De guía turística a guardia de la Tierra : la apuesta de un jovén beninés
Autor : Daniel Aboki, Eco-Bénin
Tiempo de lectura : 5 minutos
En el contexto de la iniciativa “Mangrove économie” apoyada por Village Monde y su socio local Eco-Bénin
En la comunidad de Bopa, al suroeste de Benin, a algunos metros del pueblo de Possotomé, famosa por su agua termal, un jovén encarna la esperanza de una juventud orientada hacia el futuro. Djossa Ignace, quién tiene alrededor de 30 años, encabeza un proyecto audaz y profundamente enraizado en los valores de la sostenibilidad : la eco-granja de Possotomé. Un lugar donde agricultura y ecología funcionan juntos y donde cada acción cuida la Tierra.
Nada predestinaba que este guía turístico formado por la ONG Eco-Bénin, se convirtió en un pionero de la agroecología. Durante muchos años, Inace ha recorrido las rutas de Benin de la sub-región, acompañando a visitantes para descubrir riquezas naturales y culturales de su país. Pero entre dos temporadas turísticas, enfrentado por la temporalidad de esta actividad, ha necesitado conectarse de nuevo a otra pasión : la tierra.
Esta pasión, la tenía desde la infancia. Ya pequeño, seguía a su padre en los campos, fascinado por la vida producida que germinaba de la tierra. Es por cierto con el último que decidan en 2012 cofundir la Eco-granja, un espacio de producción animal, agrícola y de transformación local, totalmente orientado hacia un proceso respetuoso del medio ambiente.
Aquí, no hay fertilizante, o pesticida. Las prácticas agrícolas son totalmente naturales. Los excrementos que vienen de la ganadería están convertidos en compost, que fertiliza después los suelos de huerta. En medio hectárea,Ignace produce cada año alrededor de 10 000 plantaciones de especies autóctonas. Allí, nonis, plátanos, naranjas, mangos, papayas están no solamente cosechadas sino también transformados en zumo, confitura y otros productos saludables, vendidos localmente. Nada se pierde, todo se valoriza. Es la esencia misma de la agroecología : producir en armonía con los ecosistemas, mientras asegurar un ingreso digno para los productores.
“La tierra nos promete mucho, si la escuchamos y la respetamos” quiere decir. Pero Ignace no se para a sus propias recopilaciones. Comprometido, quiere también transmitir. Su eco-granja se ha vuelto en un sitio de aprendizaje para los jóvenes, un lugar viviente donde se forman los que quieren aprender cultivar de manera diferente, respetando el medio ambiente y los ciclos naturales.
Su compromiso se reforzó con el proyecto “Mangroves économie”, apoyado por Eco-Bénin y Village Monde con el apoyo financiero del gobierno de Quebec. A través de este programa, Ignace se benefició de formaciones sobre las Técnicas e Innovaciones de Adaptación (TIA), que le han permitido adaptar su cultivo a los efectos del cambio climático. Beneficie también de un seguimiento y un apoyo técnico regular. “Esta formación me permitió revisar toda mi gestión. Hoy, sé mejor cómo organizar mis actividades, llevar las cuentas, planificar el futuro. Me ayudó mucho.” confiaba con orgullo.
Hoy, la eco-granja de Possotomé es mucho más que un proyecto personal. Es un modelo de resiliencia, de sobriedad carbón, de innovación campesina. Un lugar donde se experimenta, a pequeña escala pero con gran ambición, un futuro más verde para Benin.
Para más información sobre la iniciativa Mangroves écomonie y Eco-Bénin
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